Y
allí estaba el como cada día frente a la pantalla de su pantalla crt con aquel
extraño ruido que le caracterizaba, se disponía a apagarla cuando de repente apareció
aquella extraña forma detrás de el, tenia una figura estilizada y con un aura
casi celestial, sus cabellos estaban hechos del material del que se hacen los
sueños ya que no podían ser mas bellos y que decir de sus ojos, al mirarlos
podías ver toda la fuerza y la calma del mar al mismo tiempo.
-¿Que eres?-
pregunto el joven.
Ella no respondió
solo soltó una leve carcajada y se le quedo mirando. El se quedo atónito, no
sabia que hacer cuando entonces ella señalo una foto de un corcho que tenía en
su habitación y le susurro una frase al oído:
-Ella te
matara.-dijo con una leve voz.
-NO, IMPOSIBLE!!!.
Me niego a creerte.-grito entrando en cólera haciendo añicos todo lo que se le
ponía por medio -ella nunca me haría nada.-dijo con la voz rasgada y llorando
cual niño de tres años al que se le acaban de raspar las rodillas.
Aquel ente desapareció
sin previo aviso, el se quedo toda la noche observando aquella foto de la que había
sido hasta entonces el amor de su vida.
A la mañana
siguiente ella le llamo por teléfono para quedar en una cafetería muy famosa en
su ciudad. Ya en la puerta del café se encontraron los dos:
-Hola.-dijo la
chica con chulería.
-Buenas, lamento
la espera he tenido que venir en metro, mi coche se estropeo.
-Tranquilo, yo
acabo de llegar, pero que te parece si en vez de entrar aquí vamos a un bar
nuevo que han abierto por aquí cerca, dicen que esta muy bien.
-Ok, yo te sigo ya
que no se donde es.
Ya en el bar se
pusieron a charlar sobre tonterías cada una mas alocada que la anterior pero
les daba lo mismo ellos se lo pasaban bien, cuando entonces el chico le contó
lo que le paso la otra noche, omitiendo algunos detalles ya que el aun no le había
contado nada de lo que sentía por ella, ambos rieron al acabar de contar la
historia ya que ambos estaban un poco achispados por las cervezas que se habían
bebido. Entre conversaciones como que la hermana de ella se había casado o que
seria mas mortal una hoja de libreta grande o una hoja de libreta pequeña, el
miro la hora.
-Mierda mira que
hora es, ya han cerrado los metros.
-Tranquilo yo he traído
el coche ya te acerco en un momento.
-Estas tu como
para conducir.- dijo antes de echarse a reír
- Que si que yo
bajo presión conduzco mejor ya lo veras...
cuando acabaron de
pagar la cuenta se fueron los dos al coche de ella para irse cada uno a sus
respectivas casas. Ya en el coche:
-Hoy me he reído
mucho, gracias por llamar, me apetecía salir a hacer algo.
-De nada hombre, a
mí también me a gustado mucho salir hoy contigo.
Cuando de repente
se les cruzo un coche rojo a demasiada velocidad como para esquivarlo, el
llevaba puesto el cinturón pero ella no, el se lo quito sin pensárselo para
intentar protegerle. Cuando colisionaron los dos coches el salio disparado por
el parabrisas acabando al otro lado de la calle donde se encontraban mientras
ella se quedo el su asiento habiendo recibido algunas contusiones, salio como
pudo para poder ver al chico, aun estaba con vida pero estaba muy malherido.
-Tranquilo todo va
a salir bien, enseguida pido ayuda y te vas a poner mejor ya veras como te
recuperas.- decía con voz nerviosa
-Sabes una cosa?
en realidad hoy no me apetecía hacer nada pero al oír tu voz me diste fuerzas
para salir de casa y otra cosa, ¿sabes lo de anoche que te he contado antes?,
que no te traiga de cabeza tu me diste la vida, siempre te quise y siempre te querré...-
dijo con una sonrisa mientras cerraba los ojos. Ella se quedo llorando
esperando a la ambulancia junto a su mano sin despegarse de el ni un momento.
PD:
son las 4:42 de la madrugada y no se que estoy haciendo escribiendo esto
así que espero que guste, un saludo.